José Díaz de la Cruz   Psicólogo y  asesor

Soy psicólogo por vocación, curiosidad y necesidad. 

De niño ya me fascinaba la idea del control mental y corporal. Pero de adulto tuve la ocasión de darme cuenta real del escaso control que tenía sobre mis emociones, mi mente y mi cuerpo. Todo ello lo aprendí gracias a… una buena crisis. 

Ya tenía casi todo lo que debería satisfacerme: un buen trabajo fijo como economista en los servicios centrales de un banco, casa, coche... Pero también tenía problemas de salud, una ruptura amorosa y una pérdida de sentido vital, que me hicieron replantearme mi vida.

Entonces emprendí mi viaje.

Comencé a ir a Psicoterapia, a estudiar Psicología. y a formarme como psicoterapeuta. Todo junto. Así fui reconectando con algo que se había quedado por el camino: yo.

En ese proceso de búsqueda, comencé a ejercer como psicólogo por las tardes, hasta que solté el banco y me dediqué en exclusiva a la Psicoterapia. So simple (but not so easy).

Así fui recuperando  mi interés por el deporte en la naturaleza, la meditación y el arte. Volví a la pintura, la escritura y a las artes marciales. Me aventuré en la danza, añadiéndose recientemente la música y la videocreación. Todo lo que siempre me interesó de niño volvió a cobrar un nuevo protagonismo. 

Tal vez eso se llama desarrollar la esencia. El caso es que ha sido y está siendo un viaje interesante, ya que integro la creatividad en mi trabajo. También le doy importancia a lo espiritual. O quizás a lo que es trascendental, lo que es trascendente para cada persona. Se puede ser muy creyente, tener dudas o ser muy ateo… y a la vez, tener un sentido profundo que trasciende a la individualidad. Eso es lo que yo entiendo por espiritualidad, cuando encuentras tu sentido, o vas dándole sentido/s a la vida… ¿Qué tiene sentido en tu vida? Tal vez sea tu trabajo, las personas que quieres, la naturaleza, la búsqueda de conocimiento, el arte, el deporte, tu sentido filantrópico ante los más desfavorecidos, conocerte a ti mismo…

Crecer armonizando cuerpo, emoción y mente… ya es algo muy espiritual para mí.

Me trabajo en mi trabajo.